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Smart Working Experience: nuevas formas de trabajar
Smart Working Experience: nuevas formas de trabajar

Smart working: home office, teletrabajo y otras nuevas formas de trabajar

Para atraer talento, las organizaciones deben adaptarse a nuevas formas de trabajo: inteligente, flexible, que premie la productividad e impulse el desarrollo del talento.

Smart working: trabajo más flexible, más productivo

Para atraer talento, las organizaciones deben adaptarse al smart working, a las nuevas formas de trabajar. En la actualidad, con los dispositivos móviles y la aparición de la nube, el trabajo está en cualquier lugar, no es necesario un lugar físico para desarrollar la actividad laboral. En este sentido, diferenciamos dos tipos de teletrabajo: trabajo fuera de la oficina, y cuando obligatoriamente se trabaja desde casa.

El primer caso, cuando existe la posibilidad de que el trabajador elija, la actividad se desarrolla en múltiples escenarios. En muchas empresas la cafetería, los lugares comunes o los espacios abiertos se han hecho eco de este concepto. Sus ambientes se han adaptado para convertirlos en ese “tercer lugar”: ni en casa, ni en la oficina. Porque hoy los trabajadores del conocimiento requieren una conexión a Internet y estar seguros y confortables para trabajar, nada más. Incluso actividades que requieren inspiración para generar ideas creativas requieren más del entorno abierto que de estar encerrados en oficinas.

Razones para pasarse al smart working

Los lockers ayudan a almacenar todo lo necesario para el puesto de trabajo
Los lockers ayudan a almacenar todo lo necesario para el puesto de trabajo

La primera razón que nos viene a la mente cuando las empresas alientan este movimiento es reducir sus costes. Infraestructura, consumo eléctrico, mantenimiento, optimizar espacios de trabajo, etc. Pero no es el motor que impulsa la decisión; esto también genera oportunidades laborales para mucha gente que de otro modo sería imposible. Por ejemplo, favoreciendo la integración de personas con movilidad reducida, o la conciliación cuando se debe velar por el cuidado de una persona dependiente o niño. De hecho, la consultora 3G apunta en un estudio que el 50% de los puestos de trabajo están permanentemente vacíos. Sobre este punto reside el éxito de una de las tendencias en auge: el hot desk permite a las empresas optimizar su espacio, el trabajador no posee una ubicación fija para el desarrollo de su actividad, y dispone de lockers o armarios inteligentes para dejar sus pertenencias: ordenador portátil o dispositivos móviles.

Hogar, dulce oficina

Cuando obligatoriamente se trabaja desde casa (home office), muchas empresas dan la posibilidad a los colaboradores de adecuar algún ambiente del hogar para desarrollar sus actividades. De esta manera, no se requiere el desplazamiento a la oficina, con sus correspondientes beneficios espacio-tiempo. Para ello los colaboradores deben generar un ambiente de trabajo propicio y espacios de concentración que nos eviten, por ejemplo, casos como el apuro del profesor Robert Kelly mientras era entrevistado por la BBC.

También existen detractores que se resisten a impulsar el smart working. No necesariamente la gente se siente más cómoda en su casa. Mucha gente necesita ir a otro espacio para oxigenarse. La adopción de estas medidas debe responder a las necesidades de los colaboradores, ninguna medida coercitiva en torno al trabajo tiene buenos resultados. Todo tiene que partir de un acuerdo mutuo, sopesando todas las opciones.

El presentismo, el peor enemigo de la productividad

Como vemos, existe un cambio de paradigma en el trabajo. Si priorizamos los objetivos, premiamos la productividad e impulsamos el desarrollo del talento, la flexibilidad se convierte en un aliado. La productividad no está ligada al cumplimiento estricto del horario, al presentismo, a la cantidad de horas que se calienta la silla y que es un fenómeno en auge en nuestro país. Lo mismo pasa en las escuelas. Hoy en día, los alumnos pueden estar físicamente en clase, prestando más atención a la realidad de su smartphone. Y sin embargo, gracias a las nuevas tecnologías, aquellos alumnos que están fuera del aula pueden estar más presentes que cualquier compañero que esté físicamente en el lugar donde se imparte la clase.

Cada vez más, los espacios físicos fuera de una empresa serán más importantes en el desarrollo de la calidad del trabajo. A ello se suman las políticas de flexibilidad que favorezcan la conciliación de la vida personal y profesional. Aquellas organizaciones que incorporen el smart working pueden lograr una mejora sustancial en la motivación y el compromiso, sin incrementar sus costes.

Carlos Cano Torres

Carlos Cano Torres

Responsable de Comunicación en Ricoh España y Portugal

5 comentarios

  • Suscribo completamente esta realidad. En 2018 NO podemos auto limitarnos y entorpecer la rentabilidad de nuestro trabajo. La necesidad de tener que estar en la oficina sí o sí es una condición que mina física y moralmente al responsable comercial.
    Tampoco entiendo que haya que asumirlo porque “es lo que viene”, hay que asumirlo por las múltiples y diversas ventajas que tiene para el responsable comercial y también para la empresa.

  • Carlos Cano, gracias por un artículo tan interesante.
    Estoy trabajando desde casa durante casi los últimos 8 años en Madrid. La mayor limitación (siempre que sea un profesional dedicado) es que se hace muy difícil salir del dominio / mentalidad de la oficina incluso después de las horas de trabajo.

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